sábado, 6 de diciembre de 2014

Rival Sons. Sala Bikini, 06/12/2014


























Rival Sons aterrizaban en Barcelona con su último disco, "Great Western Valkyrie", proclamado "Album of the Year" por la revista británica Classic Rock, que lleva apostando decididamente por ellos desde la publicación de "Pressure & Time", su segundo trabajo.

Lo cierto es que sus dos primeros discos no me llamaron excesivamente la atención: sonaban bien, tenían un gran cantante, algunos temas resultones pero, personalmente, me parecían el enésimo clon de Led Zeppelin.

Con "GWV" han dado un salto cualitativo importante: Los Zeppelin continúan estando presentes como referencia clara (solo hay que oir el sonido de la batería) pero han ampliado su abanico de influencias (Who, Doors, Psicodelia...) y empiezan a sonar más personales, buscando su propia idiosincrasia como banda.

En su puesta de largo en una (sorprendentemente) abarrotada Bikini cumplieron sobradamente, demostrando ser una banda muy sólida, perfectamente engrasada y con muchas tablas, no en vano llevan casi cinco años girando casi ininterrupidamente, tanto en solitario como de teloneros o actuando en festivales.

Empezaron muy eléctricos, enlazando "You Want To", "Pressure and Time" y "Electric Man", recibida con mucho entusiasmo por el público. Jay Buchanan tiene un chorro de voz que apabulla y demostró ser un frontman bastante rara avis y con una personalidad muy marcada: estilismo peculiar (por no decir directamente discutible), chorrazo de voz y una puesta en escena curiosa, permanentemente como en trance, muy concentrado y poco comunicativo (rozando el ensimismamiento) pero, al mismo tiempo, muy pasional.


"Good Luck", "Secret" y "Good Things" (mi tema prefido de "GWV") fueron las siguientes en caer. A estas alturas Bikini ya estaba a los pies de los Rival Sons, que acabaron de ponerse a la gente en el bolsillo con "Rich and the Poor", coreada por la sala entera y que sonó como un cañón, y la excelente balada "Where I've Been". Scott Holiday demostró ser un guitarra muy solvente: sobrio, poco espectacular, siempre al servicio de la canción, pero con mucha clase y sonando más ácido y bluesy que en disco.


Cerraron la actuación con "Tell Me Something" y "Get What's Coming" y tras unos minutos volvieron para la tanda de bises con uno de sus temas más conocidos, "Open My Eyes", con el batería Michael Miley sonando como la reencarnación de Bonzo Bonham, a la que siguieron una intimista "Sacred Tongue", que enlazaron magistralmente con "Jordan", con un Holiday finísimo y Buchanan cantando como si le fuera la vida en ello. "Keep on Swinging", el tema que abría "Head Down" (su tercer disco) fue el último de un excelente concierto, realmente disfrutable.

No sé si Rival Sons serán "The Next Big Thing" para la escena Rock, la madera está ahí, desde luego, pero es bastante probable que en poco tiempo y con algo de suerte los veamos encabezando festivales. Ojalá que una banda como ellos sean el motor de un relevo generacional que empieza ya a ser urgente.


2 comentarios:

  1. Buenísima crónica, tío. Estoy de acuerdo en todo lo que dices, que gran concierto, joder. Actualmente son la banda joven de classic rock más importante del mundo y, afortunadamente para ellos, están gustando a público no habituado al RN'R (ayer fui al show con un par de colegas a los que les va el indie), por lo que, efectivamente, pueden llegar a ser muy grandes.

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