lunes, 29 de julio de 2013

Scorpion Child - "Scorpion Child"


Scorpion Child son la nueva adquisición de Nuclear Blast, uno de los sellos discográficos de referencia en el ámbito del Hard Rock y que suelen tener buen ojo para los fichajes: Free Fall, Orchid, Kadavar, Graveyard... Tiene toda la pinta de que han vuelto a acertar con este quinteto de Austin (Texas), que ha publicado su disco de debut hace apenas un mes, un trabajo que deja un gran sabor de boca.

Siguiendo la que parece ser la tónica habitual de los "nuevos" grupos de Hard Rock, Scorpion Child  se decantan también por el Hard setentero: recuerdan tanto a Led Zeppelin como a los Rainbow clásicos. Rival Sons y The Answer serían también una buena referencia respecto a grupos contemporáneos.

Ya en el primer tema "Kings Highway" queda claro que los de Austin tienen un enorme cantante: Aryn Jonathan Black, una reencarnación de Robert Plant, sin ser un clon, y uno de los mejores vocalistas que he podido escuchar últimamente.  "Polygon of Eyes" es el segundo tema (de los mejores del disco), una canción muy dinámica (gran trabajo de la sección rítmica) con un esquema clásico de Hard Rock: inicio potente, parada en el estribillo y vuelta a arrancar.

"Salvation Slave" es otro gran tema, de ritmo seco, buenísimos licks de guitarra, potentes líneas de bajo y unos "Hey!" de corear puño en alto y también con una parada con un desarrollo instrumental de aire psicodélico en mitad de la canción. Aunque quizá la mejor canción del disco, y la más representativa, sea la zeppeliniana "Liquor" (con una producción de la batería muy a lo Bonham).





No podía faltar tampoco un tema lento, "Antioch", en el que Aryn Jonathan Black demuestra una gran versatilidad, recordando por momentos a Jon Anderson (Yes), como también lo hace en "Red Blood", el último tema, una canción que empieza con aires folkies y que va progresivamente in crescendo hacia una tormenta eléctrica, para terminar de nuevo en formato acústico.

Tras casi ocho minutos de sonidos campestres (el viejo truco de la canción "escondida") y cuando uno ya cree que el disco se ha terminado y casi se ha dormido de tanto escuchar a los grillos, la banda se destapa con una versión de "Keep Goin'", de los Lucifer Friend, con la que se dejan ir en su faceta más Prog y que, ciertamente, les va como anillo al dedo.

Notable disco de una banda a la que pocos pegas se le pueden poner: gran cantante, buena sección rítmica, guitarras al mismo nivel y composiciones trabajadas. Buena labor también del productor Chris "Frenchie" Smith (que ha trabajado con bandas como The Darkness o The Answer), que ha parido un disco que suena condenadamente bien.

No es, de todas maneras, un disco directo en el sentido de que enganche a la primera: precisa de varias escuchas para ir apreciando matices y ver que, tras ese sonido setentero arquetípico, hay toques de originalidad y un intento de, aún siendo fieles a determinado sonido, reinterpretar una tradición. Creo que es una banda que, con un poco de suerte, puede hacer cosas interesantes en el futuro. 

lunes, 15 de julio de 2013

Torche, Sala Salamandra - 13/07/2013



Extraño concierto el del sábado en l'Hospitalet: Torche, una de las bandas más interesantes de Stoner/Sludge presentaban "Harmonicraft" (2012), y se encontraron una audiencia de apenas 100 personas en una sala con capacidad para 800. De entrada, esto ya generó un ambiente bastante desangelado que seguramente pesó en el desarrollo del concierto.

Y eso que la banda estuvo fina: un sonido perfecto (Salamandra es excelente en este sentido), muy engrasados y potentes, con un Steve Brooks que estuvo prácticamente perfecto, tanto de voz como a la guitarra; el polvorilla de Jonathan Nuñez, que no paró quieto ni un momento con su bajo; Andrew Elstner, el otro guitarra, apoyando a Brooks perfectamente con la rítmica y segundas voces y el batería Rick Smith, un auténtico animal: llegué a temer por el timbal de su batería, que a punto estuvo de saltar por los aires en algún momento.



Los temas de "Harmonicraft" sonaron muy bien y muy melódicos, como la tremenda "Snakes are Charmed"  (de lo mejor de la noche), "Kicking" o la muy Fuzzy "Reverse Inverted". Tocaron también temas de sus anteriores trabajos ("Torche" y "Meanderthal"), como "Grenades", "Healer" o "Across the Shields".

A pesar de todo, no es una banda que interactúe excesivamente con el público. Entre eso y la ya comentada pobre entrada, la sensación fue de frialdad. Aquí podríamos entrar en un debate pseudofutbolístico sobre la frialdad del público barcelones o discutir sobre si son los espectadores los que deben "animar" al equipo o es a la inversa, debate interminable en todo caso.


Sabor agridulce, pues, al acabar el concierto (una hora escasa de duración). Esperemos que en una próxima ocasión se den las condiciones para poder hablar de un concierto excelente.


miércoles, 3 de julio de 2013

Azkena Rock Festival 2013


Con el ARF uno nunca puede estar tranquilo. Por unas cosas o por otras, siempre ocurre alguna movida kafkiana y enrevesada. Si la última edición ya había generado controversia, el ARF 2013 se lleva la palma de lo absurdo: lios de fechas con el ayuntamiento, confirmación oficiosa de KISS y posterior espantada, una primera tanda de confirmaciones prometedora (Black Crowes, Smashing Pumpkins y RFTC), que también dio lugar a malentendidos (con RFTC) y luego una larga travesía por el desierto durante meses, con todo tipos de rumores circulando y silencio administrativo por parte de la organización, que acrecentó la sensación de desconcierto.

En la era 2.0 en que vivimos, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva, los canales on-line han de actualizarse con una periodicidad razonable y han de servir para algo más que para transmitir mensajes intrascendentes. Si se decide jugar a esto, hay que ser consecuentes y sabiendo cuáles son las reglas del juego.

Finalmente, a poco más de un mes vista se cerró el cartel con la sensación de que la filosofía Low Cost se había apoderado del festival, algo casi lógico teniendo en cuenta el complicado entorno económico y la sangría que representa la subida del IVA. Esta sensación se confirmó con el ya anunciado recorte de días (de 3 a 2), la desaparición de los conciertos de la Virgen Blanca (que contribuían al fantástico ambiente del festival) y el poco gancho popular de la mayoría de las bandas confirmadas en la última tanda.

Visto lo visto, el batacazo artístico y de asistencia era una posibilidad real, batacazo que, por suerte para todos, no llegó a producirse. Vamos a ello.



Viernes



Sex Museum


Los madrileños son una de las bandas más veteranas de la escena Rock underground y su presencia en el festival era un merecido premio a su trayectoria. Nada más empezar dijeron que iban a hacer un experimento y que no tocarían ningún tema anterior a 1990: garage a tope.




Buen sonido, magnífica presencia escénica (tienen carisma, los jodidos), guiño festivalero con su mashup de "Smoke on the Water"/"Fight for your Right" y discurso final reivindicando los garitos, la escena underground y las bandas nacionales. Excelente concierto.



The Sword


Pese a no entusiasmarme el Doom/Metal que practican, los de Texas se marcaron un concierto contundente, iniciado con "The Sundering" y "Veil of Isis", centrado en "Apocryphon", su disco más reciente, del que también tocaron temas como "Cloack of Feathers" o "Dying Earth". Bien, lástima de sonido mazacote.



M-Clan


Su inclusión en el cartel hizo torcer el morro a mucha gente, básicamente porque su deriva de los últimos años hacia territorios más Pop/Radioformuleros no encajaba mucho, a priori, con la filosofía del ARF. En este sentido, el concierto cumplió con las expectativas: Tarque es un gran frontman, de los mejores del país, pero ya no tienen mucho que ofrecer a audiencias rockeras clásicas.




Tocaron algunos temas de sus primeros discos ("Maxi ha vuelto", "Perdido en la ciudad"...), pero el grueso del set fue de producción reciente: "Para no ver el final", "Escucha mi voz" o "Roto por dentro (gran balada, por cierto). Concierto correcto y profesional pero con poca alma.



Alberta Cross


Tenía ganas de ver a esta prometedora banda con un gran disco de debut, "Broken Side of Time" y el más reciente "Songs of Patience", publicado en 2012. Empezaron potentes y sonando bien, con "Crate of Gold" y "Lay Down", aunque me dió la sensación de que en directo las guitarras perdían algo de presencia en favor de los teclados.





Algunos buenos temas como "Money for the Pocket", "Wasteland" o "ATX", uno de mis favoritos y un cierto aire a Blind Melon. Bolo correcto, sin más, en plan ni chichá ni limoná. No llegaron a decepcionarme pero esperaba algo más.




Black Crowes


El mejor concierto del festival sin ninguna duda, en el que combinaron hábilmente sus temas más directos con su querencia a las Jams. Inicio trepidante con "Twice as Hard" y "Sting Me". Momentos de piel de gallina con "Feelin' Alright", "Wiser Time" y "She talks to Angels". Y tremenda recta final con "Soul Singing" (uno de mis temas favoritos), una orgásmica "Thorn in My Pride", "Jealous Again"...




Para terminar, un "Hush" muy resultón pero (por poner alguna pega) que hubieran podido cambiar por un tema propio, a la vista del tremendo repertorio de la banda. Mención especial para un inmenso Chris Robinson, especialmente dinámico con sus bailoteos y participando activamente en las partes instrumentales. Muy grandes.





Smashing Pumpkins


Con Billy Corgan nunca se sabe si va a salir cara o cruz, su carácter huidizo, arisco y poco acomodaticio hacen que sus bolos sean una lotería. En este caso la moneda cayó de canto. Sin verle especialmente motivado, la primera parte del concierto fue muy buena: gran sonido (aunque al principio un poco bajo) montaje escénico muy espectacular y temas como "Starz", "Cherub Rock", "Bullet with Butterfly Wings", "Tonight" y una buena versión de "Space Oddity".



A partir de aquí el concierto fue perdiendo intensidad, coincidiendo con la parte del set con temas más recientes, para acabar siendo bastante plano. No estuvo mal pero habría podido ser mejor.



Sheepdogs


Fue empezar a tocar el primer tema, "Southern Dreaming" (muy Allman Brothers), abrirse mi boca y ya no cerrarse en todo el (lamentablemente cortísimo) bolo. Gran descubrimiento el de los perros pastores, uno de esos raros casos en que una banda que suena muy bien en disco, lo hace todavía mejor en directo: Pocas veces  el escenario de la carpa ha sonado tan rematadamente bien como con ellos.




Vozarrón, carisma, calidad musical a raudales de todos sus miembros (bajista y teclados, dos monstruos) mezclando Southern, Country y Rock con gotas de Soul, Funk, Pop y arreglos cercanos al Jazz, como en "Ewan's Blues". Cerraron con un fantástico tema: "I Don't Know". Se pidió un bis con insistencia cercana al amotinamiento (lo nunca visto) pero el retraso acumulado en el escenario principal no lo hizo posible. Sheepdogs, que sepáis que os deben una y espero que os la paguen más pronto que tarde.



Horisont


Los suecos cerraron la primera jornada del festival. Su hard retro sonó compacto y resultón, cosa que a esas horas (casi las tres de la mañana) se agradeció bastante. A pesar de que el escenario les venía grande, le pusieron voluntad y temas como "Visa Vägen", "On The Run" o "Second Assault" entraban con facilidad, aunque el registro monocordamente agudo del cantante (parecía que estuviera chupando helio) acababa resultando un pelín molesto. Por cierto, no estaría de más que les pagaran royalties a UFO por "Nightrider", clavadita a "Doctor, Doctor".



Sábado




Troubled Horse


Banda paralela a Witchcraft que el año pasado editó un disco excelente: "Step Inside", del que ya hablamos aquí. Lo cierto es que sonaron muy bien en temas como "Bring My Horses Home (gran canción), "Sheerleen", "One Step Closer to My Grave" y un tema nuevo que presentaron. En el debe, una puesta en escena pobre, sobre todo su cantante que, a pesar de su buena voz, entre sus bailes cibernéticos y la gorra de cartero que lucía, resultaba todo un poco anticlimático. 




No estuvieron mal pero a la vista de su buen debut discográfico, esperaba más de ellos. Quizá la carpa a una hora más tardía hubiera sido mejor escenario para ver su potencial.



Los Zigarros


La nueva esperanza del Rock español, dicen. Como unos tequila algo más acelerados, su bolo fue resultón para esa hora, pero intrascendente. Entre homenajes a "It's a Long Way To The Top" de AC/DC y una versión (no excesivamente inspirada) de "Bailaré sobre tu tumba", se pasó un rato agradable y poca cosa más.



JJGrey & Mofro


Junto con Sheepdogs, la otra gran sorpresa del festival, aunque a la vista de su trayectoria, estaba claro que son una buena banda. Con el primer tema "Hide & Seek", puro soul clásico, engancharon al público por el cuello y ya no lo soltaron.




JJGrey, además, tiene chorro de voz y carisma a raudales. Eso y una sección de metal explosiva y un batería con un groove muy especial, que sobresalieron en canciones como "Brighter Days" o "Somebody Else", hicieron que su concierto fuera de los más festivos de todo el fin de semana. Soberbios.















Uncle Acid & The Deadbeats



Una banda interesante en disco a la que tenía ganas de ver en vivo. Empezaron 
fuertes con "I'll Cut You Down" y "Crystal Spiders ", pero su excesivo poso sabatthiano y la voz del cantante, que no me acaba de convencer, acabaron por desengancharme del concierto. Aún así pienso que es un grupo que en las distancias cortas puede ganar mucho.



Gov't Mule


Respeto mucho su propuesta, que me parece de una gran calidad, pero es evidente que no es la más adecuada para un festival de rock en prime time. Virtuosismo pero temas excesivamente largos, incluyendo una versión downtempo (casi reggae) de "Love Me Do". Aburridos.



The Gaslight Anthem



Conscientes de que les tocaba jugar el papel de cabezas de cartel, salieron a por todas con el habitualmente locuaz Brian Fallon dejándose de discursos y yendo al grano. 





Un repertorio bastante adecuado, con "Handwritten", "45", "Even Cowgirls Get The Blues", el "Baba O Riley" de los Who y una versión de los Ramones, hizo que el bolo fuera resultón y entretenido.




Pero, como ya comenté con motivo de su concierto en Barcelona, les falta "algo" para ascender a primera división. Por cierto, hay que ver el poco partido que la sacan a las tres guitarras.



Rocket from the Crypt



Sería lo intempestivo de la hora, el cansancio acumulado, los discursos de Speedo o el sonido un punto demasiado estridente, pero lo cierto es que no acabaron de cuajar pese a temazos como "On a Rope", "Panic Scam" o "Young Livers".




Y eso que RFTC tienen todas las cualidades para cerrar un festival a lo grande, pero no. Speedo puso toda la carne en el asador ejerciendo de Showman, bromeando con el público, jugando con las cámaras o incitando al nudismo de la audiencia.



Quizá la carpa, que es su escenario natural, hubiera sido más apropiada para disfrutar de ellos. Una lástima.




Conclusión



El balance final respecto a lo musical fue de regular tirando a correcto, con un viernes notable y un sábado flojo, con las ya clásicas sorpresas en la clase media, en este caso The Sheepdogs, JJ Grey & Mofro y Walking Papers (que me dolió especialmente perdérmelos).

En cuanto a la organización, el funcionamiento de las barras bastante caótico, pésima la oferta (?) gastronómica  y el sonido, pese a algunos conciertos brillantes (sobre todo, curiosamente, en la carpa), pienso que en general mejorable y algo peor que el año pasado. Pero no todo va a ser malo: en la parte positiva, la rapidez a la hora de colocar las pulseras y agilizar los accesos y la amabilidad del personal de seguridad y control.

Lo mejor, con mucha diferencia, el público: a día de hoy meter más de 20.000 personas en dos días, con ese cartel y la incertidumbre generada, es posible únicamente gracias a la fidelidad de los que asisten año tras año y a los vínculos que se han creado con el Festival, con la ciudad y entre los habituales de todo el país, que tienen en el ARF una cita casi ineludible, como bien demostraron.

Esto viene a ser como la vida en pareja: si sólo uno tira del carro y el otro se deja llevar, al final los vínculos, por doloroso que resulte, se acaban rompiendo. Las relaciones hay que cuidarlas: dar lo mejor de uno, hablar, conocer las necesidades de la otra parte, pedir disculpas cuando uno se equivoca y dar explicaciones para evitar malentendidos. 

Y no hay más. Tan sencillo y tan complicado.

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