sábado, 10 de noviembre de 2012

The Gaslight Anthem. Sala Apolo, 08/11/2012

(Fotografía: rockthecam.de) 


Había expectación por ver a The Gaslight Anthem. Después de su exitoso bolo de hace un año y de la buena acogida de su (excelente) último disco "Handwritten", existía la sensación de que pueden convertirse en "The Next Big Thing" y dar el salto definitivo al Mainstream.

Con la Sala Apolo prácticamente llena, iniciaron el concierto con "Mae", empalmando cinco temas prácticamente seguidos, entre ellos la buenísima "59' Sound", "Handwritten" y "45", dos de los pelotazos de su último trabajo, y una "Here Comes My Man" coreada con entusiasmo por el público. El concierto prometía: una banda muy conjuntada, fuerza y sonido limpio pero contundente.

Pero a partir de aquí hubieron bastantes altibajos, después de un comienzo arrollador parecía que no remataban la faena. Quizá debido a los largos discursos de Brian Fallon (cercano y gracioso pero pesadito a veces), al cansancio de una larga gira o quizá porque muchas de sus canciones tienen un patrón similar. Lo cierto es que daban la sensación de discontinuidad, combinando momentos brillantes ("Howl", "Blue Dahlia", "The Backseat"...) con otros de cierta monotonía.

Por suerte levantaron el vuelo con un rush final francamente brillante: "She Loves You", la excelente "Too Much Blood", "American Slang" y cerrando con "Great Expectations".

TGA son buenos, muy buenos en directo: clavan los temas, algunos de ellos ciertamente épicos (esos crescendos empujados por el bajo, que a veces pueden recordar a The Cure). Tienen un puñado de temas coreables y resultones ("catchy" que dirían los anglosajones) y además tocan bien y suenan muy compactos.

Aún así es alarmante su falta de carisma escénico, exceptuando a Brian Fallon. No estaría de más también que incluyeran canciones como "The Diamond Church Street Choir" (uno de mis temas preferidos) para variar un poco su registro. Puestos a pedir, podrían estructurar mejor su setlist (que fue su problema anoche) para evitar esos momentos "valle" que pueden joder cualquier bolo. No es cuestión de que hagan treinta canciones en cuarenta y cinco minutos, como los Ramones, pero tampoco es necesario tocar tres de sus mejores temas durante el primer cuarto de hora

En resumen, un concierto de notable, de una gran banda que está en pleno crecimiento pero a la que (¿por suerte?) le falta todavía ese "algo" para convertirse en un grupo mayoritario. Y si no lo consiguen, lo sentiré por ellos pero no voy a quejarme: me gustan los conciertos en recintos pequeños.

2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo con tu comentario del concierto. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Manel, fue un buen bolo que hubiera podido ser extraordinario. Por otro lado, ya firmaría siempre que todas las bandas jóvenes tuvieran siempre este nivel en vivo.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...